Los ayeres tan oscuros
hoy no me derriban
y la sombra de tu injusticia
ya no es luto de mis días
la soledad
no me roba sonrisas
no me arranca la vida
Y en aquel añejo libro
solo habita el perfume
de tus besos
esos que llegaron sin aviso
y curaron heridas
NOTA: Siempre esta presente el pasado...